Para realizar el proceso de lixiviación es indispensable contar con distintos medios que harán más ventajoso este proceso.
En primer lugar para realizar el proceso se requiere disponer de un patio, o superficie de apoyo de la pila, en la que se coloca la impermeabilización. Cuando el patio es recuperado para reutilizarlo con nuevo material se trata de lixiviación en depósitos. Si el patio no es recuperado y el mineral agotado queda en la pila como vertedero que se restaura, se trata de lixiviación en pilas.
Para la lixiviación en pilas se requiere de ciertos elementos, condiciones y consideraciones que hacen que el proceso sea favorable, tales como: ...
- Disponer de amplias superficies de terrenos, relativamente llanas, con menos de 10% de pendientes.
- Calcular los flojos de aporte y evaporización para mantener un balance equilibrado de líquidos efluyentes.
- Disponer de represas de líquidos intermedios y finales.
- Considerar un margen de sobrecapacidad del sistema para absorber situaciones de exceso por tormentas lluvias en el área en explotación o explotada.
- Capacidad y flexibilidad para admitir grandes variaciones de leyes de mineral y tiempos de lixiviación.
- Utilizar láminas impermeables sencillas para evitar pérdidas por infiltración y la contaminación del subsuelo.
- Realizar un estudio geomecánico del material depositado para alcanzar la máxima altura posible y evitar el derrumbe de la pila.
- Preparar el material para llevarlo al tamaño adecuado, de manera de lograr la permeabilidad mínima suficiente, que libere el mineral en superficie y percole adecuadamente.
- Organizar un conjunto de pilas de manera de ordenar el flujo de líquidos en forma seriada, para lograr un enriquecimiento progresivo de la solución al pasar de una pila a otra.
Para que la lixiviación tenga éxito se tienen que considerar una serie de factores, siendo el primero asegurar la permeabilidad de la masa a lixiviar, de manera que el líquido lixiviante pase a través de todo el material y que el contacto entre el agente lixiviante y el mineral sea el óptimo. El óptimo contacto entre el material y el agente lixiviante depende de:
- La localización de los minerales a disolver.
- Volumen del material y distribución de tamaños.
- Área expuesta y la superficie especifica.
- Tamaño de partículas y su porosidad.
- Presión capilar
- Rugosidad o espereza de las superficies.
Otra de las ventajas que hacen posible este proceso es el riego y recolección de sustancias:
- El material mineralizado y apilado debe ser regado con una solución lixiviante, para lo cual se tiende la malla de riego, que cubre toda el área.
El sistema de riego instalado permite distribuir las soluciones ya sea por medio de un sistema de goteros, que hasta pueden estar instalados bajo la superficie de las pilas cuando las condiciones son extremas, dependiendo de la evaporación y de la disponibilidad de agua de cada operación.
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